Creo que es lo que más he repetido desde que comencé con el blog. Un inversor se distingue de un pardillo porque usa y respeta los stops de pérdidas.

Viene esto a cuento porque de nuevo me han hecho la típica pregunta. ¿Y si todo falla, dónde colocas los stops? Lo mejor es que el interrogador pretendía una respuesta inmediata y concreta.

Quería un precio y alegaba que era por si nuestra visión alcista del mercado falla. Y tenía prisa. Por muchos motivos no le di una respuesta, pero de ahí nace la idea de este artículo. Espero que, si lo lee, tenga su respuesta. Y si no es así, espero haber ayudado a alguien con mis divagaciones.

Cada sistema tiene su gestión de stops

Hay mucha gente, incluso gente con mucho tiempo en el mercado, que cree que la gestión de stops debe ser siempre la misma. No lo aconsejo por múltiples razones que vamos a intentar desgranar.

Todo el mundo entiende aquello de que hay que tener una cartera diversificada. Todo el mundo menos yo, que solo invierto ya en el S&P 500. ¿Cómo diversifico entonces? Pues muy sencillo.

Mi método de inversión pasa por aplicar sistemas de largo y corto plazo. De esta forma, puedo estar en el mercado sólo para corto plazo o sólo para largo plazo. O puedo tener activos sistemas de ambas categorías. Pero, evidentemente, no se puede aplicar la misma gestión de stops a un sistema de corto plazo que a uno de largo plazo.

La principal diferencia entre sistemas de corto y largo plazo

Un sistema de corto plazo tiene una filosofía concreta. Consiste principalmente en tener muchos puntos de entrada fiables. Con esta premisa, puede salirse al primer síntoma de peligro porque en breve volverá a tener otra oportunidad.

Esto es, más o menos, un sistema de corto plazo que ando probando en los últimos tiempos. Lo tengo en «paper trading» con buenos resultados. Es ágil y me ofrece buenos lugares para colocar mis stops. Luego veremos cómo, porque no suelo poner una orden en el broker y quedarme tan tranquilo.

Nos quedaremos por el momento con que en 2019 ha ofrecido 13 señales de entrada larga. Porque este sistema funciona sólo en el lado largo. No abre cortos de momento.

En cambio, un sistema de largo plazo, tal y como yo lo concibo, tendrá pocas señales. Por tanto, no sería razonable salirnos a las primeras de cambio. En el largo plazo se recomienda tener mucha mano izquierda con el mercado. Se suele necesitar más aguante y más seguridad en uno mismo.

Quienes hayan leído «Fundamentos de Market Timing para invertir en Bolsa» posiblemente reconocerán este sistema. Lo destripé entero en el libro. Vemos que este tipo de sistemas tienen muchas menos señales de entrada. En todo 2019 ha producido cuatro y son muchas. En todo 2017 no dio ninguna oportunidad de entrar largo.

Por tanto, nos está pidiendo a gritos una gestión muy determinada de los stops de pérdidas. Una gestión que asegure que solo se saldrá del mercado, si las cosas se ponen realmente feas.

Stops para corto plazo

Para el corto plazo soy partidario de aplicar una gestión de stops principal y otra secundaria. Las dos están caracterizadas por ser gestionados al cierre de la sesión. Es decir, cerraremos la posición larga sólo si se produce un cierre por debajo del mínimo de la vela en la que vemos un círculo.

Lo que se ve en el gráfico es el sistema de gestión de stops propio del sistema marcado con círculos azules. Se corresponde al 99% con las flechas rojas del indicador del primer gráfico. Debería actualizar ese código, pero no lo he hecho aún.

Adicionalmente, con círculos rojos, tenemos el ya conocido sistema de stops al cierre que uso actualmente para dos de mis sistemas en producción actualmente. Se trata de sistemas de medio plazo y esta gestión «aguanta» más las posiciones. Sirve, por tanto, como medida de seguridad y entra en funcionamiento allí donde el indicador falla. Porque todos fallan.

Stops para largo plazo

La misma filosofía es aplicable a los sistemas de largo plazo. Tengo un sistema primario de salidas y otro de emergencia. Lo curioso es que en la práctica, en este caso, los uso al revés.

Me explico. El sistema de salidas viene determinado por las flechas rojas. Se trata de los avisos del indicador PQT. Me ha salvado de muchos desastres y tengo una gran confianza en él. Pero no me sirve para el día a día.

En una entrada larga de largo plazo se necesita algún soporte psicológico que nos permita «contabilizar ganancias». El cerebro humano funciona así y hay que asumirlo. Es por eso que mantengo para el día a día el sistema de emergencia. Lo vemos en el gráfico con la línea azul. Los círculos rojos serían los puntos de cierre obligatorio, también gestionados al cierre del mercado.

Es un sistema de trailing stop un poco especialito. Tiene la peculiaridad de que es capaz en determinadas circunstancias de reajustarse a la baja. Es casi un pecado decir semejante cosa. Pero cuando empiezas a hacer pruebas con sistemas con pocas señales, descubres que funciona.

Por ejemplo, me hubiera echado del mercado si el bajonazo del Brexit hubiera tenido continuidad. Es útil ante recortes excepcionalmente bruscos y, sobre todo, para «contabilizar» el dinero que tienes asegurado en tu posición. Luego irá euro arriba o abajo porque depende de precios de cierre, pero da tranquilidad y puedes ver el mercado con una sonrisa.

No hay respuestas concretas

Una vez puesto negro sobre blanco todo esto, imagino que se entiende por qué no hay una respuesta sencilla ni concreta. En mi propio ejemplo, en la parte de mi cartera que está apostando por el largo plazo el nivel de alerta está en la línea azul. Pero, adicionalmente, atenderé cualquier flecha roja que aparezca en el gráfico, si es que aparece.

Y más aún. En la parte de mi cartera gestionada con criterios de corto plazo, tengo dos referencias. Si tuviera en explotación real un sistema de ultra corto plazo (que lo tendré a partir de enero si todo va bien), el punto de no retorno es el círculo azul. Pero para los sistemas de medio plazo que tengo actualmente largos, en este momento el nivel lo determina el punto rojo.

Espero haberme explicado.