Me preguntaba ayer si estamos en tendencia alcista o bajista. Tendencia alcista no es, desde luego. Y la virulencia del desplome recuerda más a un crash.
Me pasé toda la tarde de ayer viendo gráficos, buscando patrones y buscando caídas semejantes en todo el histórico que poseo de los índices americanos y voy a tratar de compartir lo que me sugieren los datos. Y vaya por delante que me da toda la sensación de crash y, por tanto, un momento inoperable ni al alza ni a la baja para mí.
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La segunda mayor caída en el SP 500, tras el crash de 1987
Lo primero que busqué, dado que es mi índice de referencia habitual, fue en el S&P 500. Os comparto la lista:
Da un poco de miedito ver el listado. Sólo el «lunes negro» de octubre de 1987, la jornada que todo el mundo asocia con el estallido final del Crash de 1987, fue peor que la jornada de ayer en el S&P 500. Sin embargo, el perfil de la caída no termina de encajar bien con lo que estamos viendo ahora. En el Crash de 1987 asistimos a una explosión final tras un periodo de caídas más o menos dentro de lo normal:
En su conjunto, la caída experimentada en el Crash de 1987 llegó al 35,94% desde los máximos a los mínimos. Lo vemos en gráfico semanal, pero tampoco está de más ver el gráfico diario para darnos cuenta de como fue la evolución de las caídas.
Digamos que la cosa se fue calentando en días sucesivos. En los días previos al lunes negro, las caídas fueron del 2,34 y el 5,16%. Caídas fuertes pero tan asumibles que ni siquiera aparecen en mi listado de grandes caídas. Tras el crash, una semana después, se produjo otro derrumbe del 8,28%, Luego, poco a poco, pasó el susto.
Por tanto, si el crash al que asistimos ahora tuviera un patrón semejante, le quedaría aún la «traca final». No quiero ni pensar que las caídas de ayer y del pasado lunes sean un simple aperitivo de lo que está por venir, aunque factores objetivos para que así sea no faltan:
- Una crisis sanitaria mundial
- Una guerra en el sector petrolero
- Reducción a cero del valor del dinero por las políticas de tipos de interés
- Bolsa (americana) sobrevalorada por haber sido el único activo rentable en los últimos diez años
- Escaso margen para nuevas ayudas sin poner en peligro de verdad todo el sistema financiero
Creo que podría hacer una lista de hasta cien cosas, pero lo dejaremos ahí y volveremos a la comparación de la situación actual con algún otro momento del pasado.
El Dow Jones marca una pauta semejante: el crack de 1929
Puede parecer un poco salvaje así a simple vista, De hecho, me negué a aceptarlo en un principio. Pero es lo que hay. De momento, el perfil es muy semejante al del Crack de 1929:
Siempre pensé que tener un histórico del Dow Jones desde la primera sesión de 1900 era un brindis al sol. Que nunca me serviría para nada. Pero resulta que no. Aunque solo tengo datos de cierre, me permite, por ejemplo, poner en mejor contexto la caída de ayer.
Vemos, por ejemplo, que en el crack del 29 podemos encontrar dos días consecutivos de caídas superiores a la de ayer. Solo por esto ya merece la pena indagar en este patrón. Eso sí, hay que mantener las distancias, incluso con el de 1987. Los mecanismos de control y de acceso a la información que existen ahora no tienen nada que ver.
A todo el mundo le queda claro que ahora se puede parar una sesión para detener un pánico salvaje, pero en mi opinión no es eso lo más relevante, sino la velocidad de acceso a la información y al mercado. En 1929, la reacción de la mayor parte de los inversores particulares a una determinada noticia era siempre con un día de retraso, en el mejor de los casos.
Caída, periódico, reacción del público. Ese era el patrón de comportamiento. Nada que ver con la inmediatez actual. Ahora pasan en minutos cosas que a lo mejor en 1929 tardaban días. Y eso por no hablar de las exigencias actuales de liquidez de los valores.
El gran problema de 1929 no era que el precio cayera, fue que muchos no encontraron siquiera un precio al que vender y se quedaron con un papel que no valía nada (comprado a crédito, así que también con una deuda). La gente se tiraba por las ventanas y nada de eso está ocurriendo ahora ni es previsible que ocurra.
Analizando el patrón de 1929
Cabe decir lo primero que se trata de datos de cierre del Dow Jones. Pero los números encajan bastante bien. En la primera fase del derrumbe se hizo un tramo del 14,69%. Si medimos en términos de cierre en el Dow Jones, la caída en ese primer tramo fue del 13,93% en esta caída. Sorprendente. Y aunque ahora ha sido más rapido, no fue con desploms demasiado alarmantes.
Se trata de un patrón muy semejante en el desarrollo y sobre el que tengo malas noticias: le quedaría un tramo más a la baja. Incluso en el caso de que no se produjera un nuevo desplome como el de ayer, que sí se produjo en 1929, nos quedaría aún algo más de sufrimiento.
No soy de los que cree a pies juntillas que el mercado se repite. Pero sí creo firmemente que la mayoría de la gente no es capaz de aprender del pasado y comete con gran frecuencia los mismos errores. Y eso lleva a increíbles repeticiones en los gráficos. No se repite el mercado, se repiten circunstancias, comportamientos y reacciones. Porque el mercado no existe. Es la suma de lo que hacemos nosotros.
En fin, que si el patrón es el de Crack de 1929 , recuerdo a la concurrencia que el derrumbe fue de más de 47% (insisto, midiendo con precios de cierre). Y lo pero no fue el derrumbe, sino lo que vino después. Cruzo los dedos para que sea más semejante al Crash de 1987. Por el bien de todos, no solo de los inversores.
Da un poco de miedito, la verdad