La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido reducir a cero los tipos de interés y volver a los estímulos. ¿Será suficiente para las Bolsas?
Escribo estas líneas apenas unos minutos después de que se conozca la decisión y apenas unos segundos después de haber leído el comunicado. Se venía especulando desde el cierre del viernes que ocurriría y que no comenzaría la nueva semana sin que la Fed saliera al rescate. Y así ha sido. Desde el presidente Trump hasta el sector bancario habían pedido a la Fed que desplegara su artillería.
Pero conviene no mezclar intereses. Donald Trump, evidentemente, no quiere ver un periodo electoral con las Bolsas hubdidas y la economía rozando la recesión. Los bancos, en cambio, tiene una urgencia de mucho más corto plazo: necesitan liquidez urgente y extrema para hacer frente a la previsible oleada de peticiones de reintegros de fondos.
El panorama no puede ser más desalentador y demuestra hasta qué punto los mimbres de toda la economía mundial están cogidos con alfileres. Ni el crecimiento de los últimos años ha sido sólido, ni ha sentado las bases de una recuperación de largo plazo.
Todo se ha basado en mejoras de competitividad que demasiado a menudo tienen su origen en deslocalizaciones. China se ha convertido en la factoría de factorías y cuando se ha paralizado, todo se ha venido abajo. Con el añadido de que después de paralizarse China se han ido paralizando el resto de países desarrollados.
El corto plazo es incierto, pero más aún lo es el largo plazo. La Fed ha llegado a un acuerdo con el resto de grandes bancos centrales de todo el mundo para una intervención concertada para dotar de liquidez al sistema y evitar que además de estas tensiones también haya tensiones cambiarias. Y se muestra decidida a poner sobre la mesa 700.000 millones de dólares a empresas y familias en un par de semanas. Y aquí firmando cartas para que suspendan la cotización a los autónomos…
En fin, habrá que ver si los mercados se creen algo. El momento elegido parece oportuno desde el punto de vista técnico de las Bolsas. El S&P 500 está justo sobre la directriz alcista de largo plazo que traza la mayoría de los analistas, la que se dibuja sobre un gráfico de escala aritmética.
Pero no hay que esconder que las cosas están muy complicadas. El fantasma de la recesión está ahí. Las economías europeas van a salir de esta crisis hechas unos zorros. Y encima hay una falta atroz de liderazgo y de ideas en la propia UE.
Al otro lado del charco, el gran riesgo es el horizonte electoral. El gran riesgo para la economía es que se pongan parches de emergencia muy cortoplacistas, pero esa es la gran esperanza de unas Bolsas que no pueden esperar a ver resultados porque están al borde del precipicio.
Pero habrá que ver. No es la primera vez que logran una reacción con este tipo de medidas. No sé yo si lo lograrán más veces…
Las consecuencias aún son difíciles de prever, teniendo en cuenta que aun falta por llegar lo peor de la pandemia. Cualquier medida de los gobiernos y bancos centrales es bienvenida, pero posiblemente se quede corta.
Creo que los peque como nosotros tenemos que estar fuera, de aquí volverán a sacar tajada los grandes.
OJo, que la tendencia de más largo plazo comienza a estar en peligro real
Ésto está tomando muy mala pinta, ya no solo la bolsa, sino la economía.