No estoy contento de momento con la evolución inicial del Reto 2020. Ya sabía que iba a ser complicado, pero estamos en una aparente encrucijada.

Estos recortes deberían servirnos para llenar la cartera del Reto 2020. Pero de momento no lo hemos logrado. O he puesto precios de entrada demasiado ambiciosos o la caída no ha terminado. En ambos casos puede ser que tengamos un problema.

La «truñocartera» del Reto 2020

Iba a titular este post «La truñocartera» pero me he reprimido al comprobar que el retroceso apenas si nos ha supuesto estar en pérdidas del 2%. Y eso después de aplicar gastos de gestión del 1%. Pero eso no supone que las cosas vayan como yo esperaba.

Puse en marcha este experimento para intentar validar mi idea de aprovechamiento de los datos de las dark pools. Se trata de aprender, sí. Pero soy trader, posiblemente uno de los peores traders del mundo. Pero lo que veo empieza a no gustarme demasiado. Y sí, soy impaciente. Me cuesta un montón cultivar la virtud de la paciencia.

Seguiré la máxima de mi padre. Él siempre prefería algo que se pusiera complicado al principio. «Si todo parece fácil, es que lo estás haciendo todo mal y lo sabrás cuando ya es demasiado tarde«. Prefería tener que ir puliendo detallitos, arreglando pequeños estropicios.

Ni recortan ni ignoran el recorte

Pero el caso es que ninguno de los valores elegidos hasta ahora ha mostrado fortaleza suficiente para ignorar el ambiente de recorte generalizado. Me contentaré pensando que sus recortes tampoco han sido nada del otro mundo…

Y seguiremos adelante con la esperanza de que cuando el mercado termine la corrección saldremos volando. De momento, no voy a descartar nada de lo que se ha incorporado a la cartera del Reto 2020. Cuando el mercado salga de nuevo al alza será el momento de tomar decisiones en este sentido, si es que hay que tomarlas.

Porque este experimento está destinado no sólo a validar o no mi teoría sobre las dark pools. También debe ayudarnos a «pulir» la forma de acercarnos a las acciones de alta volatilidad. Por añadidura, tiene que servirnos para averiguar cómo gestionar este tipo de situaciones. Momentos en los que parece que no se cumplen nuestras expectativas.

Volviendo a Sun Tzu y su grandísimo libro «El arte de la guerra», «nuestra invencibilidad depende de nosotros; la vulnerabilidad del enemigo depende de él». Confío en haber encontrado una vulnerabilidad en el enemigo y ahora se trata de creer en mi propia invencibilidad. O más bien en cimentarla con este experimento.

Nuevos valores en seguimiento

Por tanto, como la vida sigue, vamos a incorporar tres valores bien distintos a nuestra lista de seguimiento:

Denaly Therapeutics (DNLI)

Denaly (DNLI) es otra biotecnológica para la cartera de seguimiento. La ha aportado TULD en el Foro y tiene una figura potente. La actividad en las dark pools es claramente compradora y podría estar casi en el precio de compra.

No obstante, prefiero esperar a verla en la ruptura de la figura y tomar decisiones en ese momento o inmediatamente después. Hay que tener en cuenta que eso supondría entrar en máximos históricos.

Tesla (TSLA)

Lo de Tesla (TSLA) es seguramente injustificado. Pero el mercado se ha enamorado de Elon Musk y no se puede luchar contra ello. La lástima es no haber empezado con este Reto2020 en 2019. La hubiéramos incorporado a la cartera sin dudarlo antes de la salida al alza desde la que ha más que triplicado el precio.

La estrategia a seguir ahora es mucho más complicada. Hay que esperar un retroceso para entrar, porque estoy convencido de que la van a llevar a los 2.000 dólares. Se han vuelto locos con Tesla y no hay forma de pararla.

¿Que retroceso sería aprovechable? De momento, un 20% desde un máximo. Es decir, pongo un precio de compra en 624 dólares. Pero habrá que ir adaptándose a las circunstancias porque este valor es excepcional en su comportamiento.

Cassava Sciences (SAVA)

Con Cassava Sciencies (SAVA), otra biotecnológica, no me voy a andar con rodeos. La compraré hoy en apertura. Me gusta la figura y me gusta por qué se ha propiciado el primer subidón. Cassava es una de las pocas empresas en el mundo que tiene un compuesto prometedor para el Alzheimer en fase avanzada de ensayos clínicos. Y han ido muy bien hasta ahora.

Por tanto, esta va ya a la cartera. Sin más. Tiene claro hasta dónde poner el stop. De cierre, por supuesto.

Los tres valores van incorporados ya en nuestra tabla de Excel de Seguimiento del Reto 2020. Recuerdo que las rentabilidades llevan incorporadas en todos los casos gastos equivalentes al 1%.