Hace tiempo que sigo los datos de bonos americanos y que construyo una amplitud especial con ellos. Y lanzan mensajes muy útiles si inviertes en Bolsa.
¿Qué tendrán que ver los datos de bonos americanos con la Bolsa? En teoría son mercados distintos, dirigidos a públicos distintos y con perfiles muy distintos. Eso creía yo, pero no es tan cierto. Lo llevo investigando desde que vi a Tom McClellan prestarles atención. Y no defraudan.
Ahora me pide el gran Chema Brandán desde Twitter que le dedique un poco de atención a este asunto y lo voy a hacer. Es más, me viene al pelo para aclarar un comentario en uno de mis últimos artículos en el que uno de los lectores echaba pestes literalmente de los bonos y sus mensajes. Transcribo literalmente:
«Lo de que los bonos Hygh Yield (sic) son un canario en la mina no es cierto. Ahora mismo los Hygh Yield (sic) van retrasados con respecto a los índices. De hecho ni siquiera rebotan porque les queda bastante más de caída que a los índices. Algunos análisis de Tom McClellan fallan más que una escopeta de feria».
Vamos a la tarea.
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Trabajar con los datos de bonos para que sean el canario en la mina
Seguramente de lo que se queja el lector en su comentario es de que la Línea AD construida con los datos de bonos high yield no ha alertado en esta ocasión de que las cosas se ponían muy feas. Y no le falta razón si nos atenemos a este gráfico. El indicador construido con los datos de bonos high yield que suben y bajan cada día avisó convenientemente de la gran caída en 2018, En cambio, ahora no ha mostrado una divergencia con el S&P 500.
De acuerdo por tanto en que la Línea AD de los bonos high yield no es el canario en la mina que alerta de cualquier peligro. De hecho, tampoco ha alertado de ningún retroceso desde finales de 2019, y alguno hemos tenido. Seguramente por eso acusa al gran Tom McClellan de que sus análisis «fallan más que una escopeta de feria».
Huyamos de visiones simplistas
Y ahí es donde comienzo a no estar de acuerdo. Reducir el análisis de los datos de bonos a una línea acumulada de avance y descenso es algo simplista. Exactamente igual de simplista que sería reducir el análisis de amplitud a la evolución de la Línea AD del Nyse (hay quien lo hace, allá él) o al comportamiento y divergencias del Oscilador McClellan, sobre lo que me explayé en el post de ayer.
Lo dije ayer y lo repito hoy. Si una visión simplista fuera capaz de decirme con antelación lo que va a ocurrir, me habría aferrado a ella hace años. Que nadie se crea que me complico la vida investigando y probando cosas por placer. Me la complico para intentar mejorar lo que las visiones simplistas me dicen. Y con los datos de bonos, exactamente igual. Veamos un gráfico:
Este indicador ya lo he mostrado algunas otras veces. Es el Movimiento Anticipado de los Bonos y está construido con los datos de bonos high yield. ¿Por qué me puse a investigar sobre los datos de bonos hasta conseguir alguna solución? Porque, exactamente igual que mi interlocutor, tuve claro que la Línea AD de los bonos high yield no es el canario en la mina.
Pero, al contrario que él, supuse que tenía potencial porque parto de la base de que los análisis de Tom McClellan no fallan más que una escopeta de feria. Lo descubrí cuando comencé a interesarme de verdad por el Summation y me dí de bruces con el RASI. Me di cuenta que de no vale quedarse en la superficie, sino que hay que trabajar. No espero que nadie me lo de hecho y si intuyo una buena línea de investigación, busco en ella. Y vaya si se pueden sacar cosas cuando la idea es buena.
La clave es no conformarse y hacer las preguntas correctas
Partí de la premisa de que la Línea AD de los bonos high yield sí es una herramienta potable para buscar anticipación en los grandes desplomes. Lo hizo en 2008 y en buena parte de los mayores retrocesos de la actual tendencia alcista, incluyendo muchos de 2013, los fundamentales de 2014, el del verano de 2015 y los dos de 2018. Pero ¿qué ocurrió en 2010 y en 2011 para que no avisara?
Cuando trabajaba en periodismo cultivé el arte de la pregunta y descubrí que siempre hay una forma de preguntar algo y conseguir respuesta. La clave está en preguntar bien y saber qué es lo que quieres averiguar. Y lo que ahora quería averiguar es qué se debía hacer para que avisara de todos los retrocesos o al menos de la gran mayoría. Por supuesto, incluyendo los grandes.
En definitiva, que los datos de bonos no son el canario en la mina. Pero convenientemente tratados, ofrecen muchas más veces de las que creemos las respuestas que buscamos. En 2020 ha avisado y también lo hizo en 2010 y en 2011. Y si volvemos al gráfico superior, veremos que también nos pone sobre la pista de retrocesos menores. Eso sí, si alguien quiere fecha y hora para ponerse corto, que busque en otros sitio.
Volviendo al último gráfico, además, este indicador nos da valiosas pistas de que el mercado puede estar saliendo de la zona de peligro. Son las líneas horizontales azules que he marcado en el gráfico. Al superar determinadas zonas es muy posible que el mercado se mantenga al alza, especialmente si ha llegado a esos niveles con los precios más bajos que cuando estuvo en esas cotas anteriormente.
¿Y que dicen ahora los datos de bonos high yield?
Pues así, de entrada, que la caída de la Línea AD de bonos ronda el 40% del total de la subida acumulada desde los mínimos de 2018. Y en cambio, el mercado ha caído por debajo de aquellos mínimos. Es decir, ha caído más del 100% de esa subida. Que se dice pronto.
Y decía mi comentarista que eso era debido a lo mucho que aún le queda por caer. Particularmente, yo no lo veo así, sino bien al contrario. Que los bonos high yield (recordemos, alto rendimiento, y eso supone siempre mayor riesgo) no hayan caído lo mismo que lo ha hecho el S&P 500 viene motivado por dos factores:
- El perfil de los inversores en bonos es más de mano fuerte que de mano débil
- La mano débil ha entrado en pánico en el mercado de valores y ha precipitado más caídas
Por tanto, en mi modesta opinión, estamos ante una medida de lo que la mano fuerte opina realmente de esta caída. Y más si tenemos en cuenta que buena parte de las ventas de esos bonos vienen motivadas por las peticiones de reembolso de muchos particulares que canalizan sus inversiones a través de fondos. La mano fuerte ha interpretado la presente situación como un crack, como un crash, o como le llamé el otro día, el coronacrack.
Lo que debemos vigilar ahora
Y, de momento, confía en que las medidas prometidas por la Fed van a engrasar la maquinaria lo suficiente como para que los daños económicos del coronavirus puedan ser recuperados con prontitud. Al menos en el mercado americano, que es el que manda.
¿Que hay que vigilar ahora? Pues que no ocurra con la Línea AD de los bonos esto:
Sobran las palabras. Si la Línea AD construida con datos de bonos high yield no recupera el pulso, como ocurrió en 2018, mala cosa. Y si el indicador se va abajo de nuevo cada vez que toca el nivel cero, mala cosa también. Eso es reflejo de que la mano fuerte teme algo. Y vaya si temía…
¿Es posible que las cosas empeoren? Por supuesto que es posible. Ya veremos qué ocurre cuando de verdad se produzca el pico de infecciones por el coronavirus en Estados Unidos. Ya tienen más infectados que China, la pandemia galopa desbocada por allí y su sanidad deja algo que desear, especialmente si no tienes dinero. Y si ocurre, mi interlocutor sacará pecho porque, en justicia, él ya dijo que aún quedaba mucho por caer.
Pues eso, que mucha salud para todos, que es lo único que importa. Y en el mercado, trabajo, paciencia, constancia y una pizca de suerte.
Buenas.
Otro conejo que sacas de la chistera Miguel, nunca dejas de añadir cosas.
¡¡¡Enhorabuena!!!
Me pregunto si el hecho de que el SP500 haya caído tanto también está influenciado por la popularización de los ETF.
Podría ser esa otra dferencia respecto a los bonos HY? Qué opinas?
Gracias y un saludo
Todo ayuda, sin duda
Chema, espero que sea suficiente