Desde que concluyó la sesión del jueves llevo preguntándome si el bajonazo ha cogido al dinero inteligente con el paso cambiado. Y es una pregunta vital para lo que se puede esperar a corto plazo.

Lo peor es que tras ver lo que ocurrió a media sesión del viernes, me quedan pocas dudas de que el dinero inteligente parece atrapado. El tweet presidencial abriendo de nuevo la caja de los truenos contra China cortó de raíz una recuperación claramente teledirigida.

Coberturas de urgencia en el Vix

Cierto es que el nivel de coberturas de la mano fuerte ante posibles bajonazos hace que las pérdidas se minimicen. De hecho, no hay más que leer esta publicación para darse cuenta de que han maniobrado en el Vix todo lo que han podido.

Algunos habrán hecho su agosto, otros simplemente buscaban quedar a la par. Pero está claro que el movimiento en el Vix no es movimiento de la mano débil, del inversor particular. Es un instrumento delicado, difícil de tratar y el 99% de los pequeños inversores ni sabe lo que es.

Pero lo que me preocupa es lo que se desprende de los indicadores que habitualmente manejamos para ver lo que va haciendo el dinero inteligente o mano fuerte.

Tenemos cierta experiencia en el manejo de estos indicadores y si yo tuviera que apostar diría que se han quedado a medias. Que intentaron deshacer posiciones pero que no les ha dado tiempo. Veamos algún gráfico.

Podría parecer que la lectura del indicador concuerda con lo que después ocurrió. Salida de dinero inteligente, bajonazo y la salida de la mano fuerte se exacerba. Pero no. Esa no es exactamente la secuencia.

Es cierto que en máximos se ha producido un famoso «espejo», con reducción de dinero inteligente y entrada de mano débil, por lo que se cumple la máxima de que la mano fuerte ha liquidado sus posiciones y ya está. A caer y punto.

Vayamos a caídas anteriores. Si nos remontamos a lo sucedido en mayo, el perfil del indicador es bastante parecido en ese momento. Entonces asistimos a una caída más o menos intensa y una recuperación que llevó a la mayor parte de los índices americanos a máximos.

El dinero inteligente necesita tiempo

Pero tampoco es ese el modelo a seguir para la gran caída de la que muchos hablan. Tenemos que ir a la caída de octubre del año pasado para determinar la secuencia habitual de las grandes caídas. Esos retrocesos que ponen en peligro la tendencia y hacen aflorar los nervios del inversor más templado.

¿Qué vemos? Que el dinero inteligente necesita tiempo. La secuencia es ir soltando lastre mientras los índices se mantienen al alza e incluso apoyar un último tirón al alza en el que rematar la tarea de distribución de mercancía. Y, luego, dejar que se caiga el mercado.

Se ve exactamente igual a finales de 2017…

Pero como esto sólo es la teoría de los grandes números de la mano fuerte, vayamos con el detalle, con el rastro que deja la actuación del dinero inteligente en todos y cada uno de los valores de Wall Street. Y, además, lo compararemos con lo que ha sucedido en el índice.

He marcado en los días previos a la caída de 2018 cómo efectivamente el dinero inteligente salió mayoritariamente del mercado justo antes de comenzar la caída. Tuvo tres semanas para hacer mangas y capirotes.

Por lo que se refiere al índice, el periodo de distribución anterior a la caída se reduce sustancialmente, a apenas cinco o seis sesiones, pero pudieron colocar mercancía muy arriba.

¿Ha sucedido esto mismo ahora? Ni en el índice ni en el fondo de mercado. El rastro de la mano fuerte delata que el dinero inteligente estaba mayoritariamente comprado en el mercado americano y que ha sido cogido a contrapié. Había reducido sus posiciones, pero no le ha dado tiempo a culminar una liquidación en toda regla.

¿Y qué pasa si el dinero inteligente está pillado?

En esencia no debería pasar nada. De cuando en cuando ocurre y asumen pérdidas o logran promediar comprando más abajo aprovechando las caídas. Pero lo que más veces suele suceder es que fuerzan la vuelta de los índices a máximos y tratan de distribuir a toda prisa.

Por cómo está el perfil de mis indicadores favoritos de seguimiento del dinero inteligente, parece que podemos ver montaña rusa. Siempre las caídas son el terreno adecuado para el aumento de la volatilidad (de ahí el aumento de posiciones en el Vix). Pero si los que mandan en el mercado no han podido soltar lastre, es casi seguro que van a remar hasta soltarlo donde tienen previsto.

Luego, pasará lo que pase y, como siempre, entraré o saldré del mercado en función de lo que me digan mis sistemas, pero a día de hoy, mi análisis es el que he relatado.

Las probabilidades de que a la sobrerreacción bajista siga un latigazo al alza son muy altas. Es más, hay algunos otros indicadores que avalan la idea de que ese máximo que hemos visto no es el último antes de que el mercado vaya a caer.

La Línea AD de los bonos high yield marcó un nuevo máximo antes de este bajonazo. Había dudado en fechas anteriores, pero finalmente se decidió a hacerlo justo en la víspera de que las cosas comenzaran a ponerse feas. Contaban con que la Fed no bajara el medio punto de los optimistas. Con lo que no contaban era con la sobrerreacción a la enésima animalada de Trump en su guerra con China.

Como siempre, paciencia y barajar. La liquidez me permite observar todo sin ansiedad. Y, recuerden que si hay que cambiar de opinión, se cambia. Ni soy adivino ni intento llevar razón o decirle al mercado lo que tiene que hacer. Nada de eso. Solo valoro posibles escenarios y me voy adaptando a ellos.