Vimos el lunes que la mano fuerte dibuja un análisis de posible recuperación hacia la zona de máximos. Pero hay al menos cuatro indicadores de amplitud compatibles con una gran caída.

Intentaremos desgranar en este artículo de qué indicadores de amplitud se trata y qué nos dice cada uno de ellos, porque hay matices importantes en algunos.

En realidad, llevamos ya algún tiempo debatiendo acerca de si llegaría o no el retroceso y si éste sería de gran intensidad o simplemente uno mas. La entrada en liquidez del último de mis sistemas que se mantenía largo me ha relajado, pero es conveniente tratar de desentrañar las posibilidades que tenemos por delante.

El Hindenburg Omen

Aunque me guste poco este indicador, hay que tenerlo en cuenta. Y más si al final todas las variantes del Hindenburg Omen han dado señal. Unos mucho antes antes de la gran caída y otros al inicio de la misma.

Hasta ahora teníamos al Hindenburg Omen lanzando su apocalíptico mensaje en el Nyse. Y lo hacía tanto en el código original como en el reformado. Incluso, hemos visto cómo el indicador calculado para el Nasdaq también lanzaba su severa advertencia.

Pero lo que no había pasado la última vez que hablé del Hindenburg Omen pasó el pasado jueves. Salto la señal en mi propio código del indicador. Recuerdo que este código no está referido al Nyse ni al Nasdaq sino a la suma de ambos y la referencia en el índice se toma en el S&P 500.

También mi código, referido al Nyse más el Nasdaq

Mi código tiene la particularidad de lanzar muchas menos señales que los de Jim Miekka y los muchos más que circulan por ahí. Y algunas de esas señales resultan falsas. Pero gasta menos pólvora en salvas que sus primos hermanos.

¿Qué quiere decir que el Hindenbug Omen esté activado? Si nos atenemos a lo establecido por Jim Miekka al formularlo, que en los 30 días siguientes hay más posibilidades de que se produzca una caída acusada del mercado. Miekka no la cuantificó y muchos analistas posteriores se han conformado con un 5%. Particularmente, un 5% me parece irrisorio y más a estas alturas de una tendencia.

Por tanto, el Hindenburg Omen nos avisa de que la caída puede ser fuerte. Y nos lo avisa con todos los códigos que nosotros manejamos, que son varios. Razón de más para ir con cuidado.

La divergencia del RSI de la Línea AD

De nuevo nos reencontramos con este gráfico. Corresponde a un RSI desarrollado a partir de la Línea AD y no a partir del precio. Se puede ver una línea azul, correspondiente a la Línea AD de valores y otra verde, que es la que se deriva de la Línea AD de volumen.

En el pico del indicador que se forma al mismo tiempo que el máximo del S&P 500 he marcado una zona con un rectángulo naranja. Y la figura va en línea discontinua para reflejar que las dos medidas del indicador nos dicen cosas distintas.

El RSI de volumen suaviza la advertencia del RSI de valores

El RSI de amplitud de valores no llegó en ningún momento a superar la cota de los 70 puntos. La experiencia y la estadística nos dicen que cuando eso pasa, mala cosa. Todas las grandes caídas han venido precedidas por este patrón de advertencia.

Sin embargo, el RSI de volumen sí ha superado ese nivel al mismo tiempo que el índice hacía sus máximos. Lo ha hecho, además, en dos ocasiones.

Sabemos que la mano fuerte ha estado maniobrando con los valores de mayor volumen para mantener las alzas en el S&P 500, pero estamos hablando del mercado completo. Del Nyse más el Nasdaq.

Si el RSI de volumen ha pasado de 70, el mensaje es «menos malo» que si ninguna de las dos líneas lo hubiera hecho.

Todas las líneas AD han fallado en el último máximo

Venimos hablando de una divergencia casi perpetua de la Línea AD del Nasdaq con respecto a lo que hacen los principales índices de Wall Street. Y parece que nos hemos conformado con eso.

Extrañamente no he visto advertencias masivas que alertaran de que todas las Líneas AD han fallado en el último máximo del S&P 500.

No nos quedemos sólo con la copla del Nasdaq

Es como si todo el mundo se hubiera quedado con la copla del indicador inferior del gráfico, la Línea AD del Nasdaq. Si no se ha logrado superar esa línea trazada en fucsia, es normal que el sombrajo se venga abajo, habrán pensado.

Haced el ejercicio de abrir el gráfico en una ventana nueva y amplirlo. Veréis cómo el día del último máximo del S&P 500 ni la Línea AD del Nyse, tan seguida, ni la que yo calculo para el conjunto de Wall Street marcaron nuevos máximos.

En mi pueblo, eso es una divergencia. De un día, pero divergencia. Y además es importante porque se produce en un día crítico.

Ya sabe todo el que me haya leído más de dos veces que la Línea AD es mi principal referencia en los indicadores de amplitud, pero que no lo suelo usar nunca para tomar decisiones. Suele ser la base de mis desarrollos pero sus divergencias no me parecen tan infalibles como a muchos.

La secuencia de cinco días de los Nuevos Mínimos anuales

Siempre me ha gustado aquello de «al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», así que lo primero será atribuir este indicador a su autor. Óscar Cagigas desarrolló este indicador en el que nos aparecen lineas rojas cuando los nuevos mínimos superan un determinado nivel durante al menos cinco días.

De él lo aprendí formulado para el Nyse, pero mi costumbre de ampliar el espectro me hizo llevarlo al Nasdaq y al conjunto de Wall Street. Y como puede apreciarse, en el Nasdaq y en el conjunto de Wall Street venía avisando desde hacía tiempo.

¿De qué avisa? De que se han superado los 40 Nuevos Mínimos Anuales si se refiere al Nyse o al Nasdaq o los 80 si se refiere a la suma de los dos mercados. Esta medida es mi preferida.

¿Y por qué es importante? En un mercado en máximos, que los nuevos mínimos tengan protagonismo no es lo normal y por tanto constituye un aviso de que las cosas se pueden poner feas.

Conclusiones

En mi modesta opinión, cuando el mercado se dispone a montar una zapatiesta de las buenas, los indicadores de amplitud trasladan muy mayoritariamente el mismo mensaje. Es lo que suelo llamar «alineación planetaria» y ahora mismo no se ha dado.

Como expresé en el fin de semana en respuesta a un comentario, esta vez me ha sacado del mercado un elemento objetivo como es un sistema de gestión de stops. Pero cuando se produce la masiva llamada a la prudencia por parte de los indicadores de amplitud, soy yo el que toma la decisión. No ha ocurrido esta vez tampoco.

Evidentemente, nada es infalible y mucho menos el análisis de este humilde servidor, pero da la sensación de que estamos en un primer asalto de algo más grande. Da la sensación de que puede haber más asaltos y que en esos será cuando se forme o no la «alineación planetaria» en los indicadores de amplitud.

Y sí, la guerra comercial de Trump con los chinos está ahi. Exactamente igual de como estaba hace seis meses. Y seguramente como estará dentro de otros seis. Y la vida sigue como el mercado ha seguido también. A veces sobrereacciona y a veces ignora. Es el decorado y no debe distraernos de lo fundamental: ver qué pasa en el fondo de mercado.